jueves, 30 de septiembre de 2010

¿Pacto de Sangre?

Un nuevo artículo sobre la actualidad del exilio guineano del columnista "Abaha".





Nada más que se conoció -a través de espacioseuropeos.com- que Daniel Oyono Ayingono, Severo Moto Nsá y Faustino Ondó Ebang habían firmado un Acuerdo de Coalición, las lenguas bífidas comenzaron a ejercer su actividad. El escenario de ese parloteo perverso fue España. Los de aquí, se llamaban unos a otros, maldiciendo a los firmantes y haciendo todo tipo de elucubraciones, sobre quién está detrás; qué ayuda les están prestando y qué promesas han recibido los que les apoyan.

No nos importa nada lo que salió de tales bocas. Pero si queremos reseñar lo que ocurrió allá abajo, en Guinea Ecuatorial. El sátrapa, el dictador de Guinea Ecuatorial -que se quedó estupefacto con la fotografía de los tres líderes políticos firmantes del acuerdo-, no se le ocurrió otra cosa más que decir que esa coalición no era más que “pacto de sangre”. ¡Vienen a por nosotros, a por los de Mongomo!

Y sin parase a respirar, citó con agresividad a Daniel Oyono. ¡Viene a por nosotros, los de Mongomo! Después, mencionó a sus otros dos “íntimos amigos”, a Severo Moto y Faustino Ondó Ebang. ¡Son unos golpistas! Los dos han querido que en Guinea Ecuatorial hubiera un baño de sangre.

Al dictador y a su clan -familiar, político y de intereses- les tiemblan las canillas y les rechinan los dientes (como a Francisco Macías) desde que vieron las fotografías de Oyono, Moto y Ondó. Todos ellos no dan crédito a esa unión. ¿Qué ha pasado para que esos tres se unan?, se preguntan muchos.

Pero, que sepamos, no hay ningún “pacto de sangre”, nadie va contra los de Mongomo ni contra ninguna otra localidad, poblado, etnia o tribu. Eso sí, van a ir -ya van camino-, a por los que se han enriquecido a costa del pueblo guineano; van contra los torturadores; van contra los asesinos; contra los confidentes y chivatos; contra los traidores; contra los que aparentan ser opositores y se benefician del calor que desprende el Poder. Más de un español está en esa lista.

El dictador ha tenido más de una oportunidad de marcharse, de salir de Guinea Ecuatorial, de refugiarse en Suiza o donde fuere, pero se ha obstinado en permanecer. Se ha empecinado en seguir robando al pueblo guineano, en  torturar y matar.

Las ratas que tienen un instinto especial para detectar el peligro, han comenzado a tratar de abandonar el barco. Hacen declaraciones y escritos en contra del maligno y su familia, tratando de ganarse adeptos entre la población guineana y, sobre todo, entre los opositores, pero su tiempo se acaba y los negocios tan lucrativos van a finalizar.

Algunas de esas ratas -algo más inteligentes-,  han tirado por la vereda que les acerca al Acuerdo de Coalición, entregando su cuerpo y alma, además de datos, informes, papeles. Material muy valioso, sumamente valioso, que se remonta a los tiempos de Adolfo Suárez, Robles Piquer, Graullera, Roig, Paessa, Yañez, Santamaría… y que llega hasta nuestros días.

Fuente:  http://espacioseuropeos.com/?p=21069