miércoles, 14 de mayo de 2014

LA AGRICULTURA, MOTOR DE DESARROLLO PARA GUINEA ECUATORIAL


Por Juan Cuevas, Secretario de Formación del Partido del Progreso

Diferentes expertos, que conocen muy de cerca la realidad económica del continente africano, vaticinan como la actividad agrícola será el motor que impulsará el desarrollo de los demás sectores productivos de la economía africana y con ello el despegue económico global de nuestro continente. Afirman que la actual carestía de alimentos en todo el mundo por el incremento de población, junta a la excelente  productividad de la agricultura africana -con suelos vírgenes y adecuados valores pluviométricos- y al gran potencial humano que poseen la mayoría de los países, serán los factores desencadenantes  de una nueva revolución agrícola.

Vemos como el desarrollo de la agricultura en los países de la vieja Europa, que puede ser un modelo para Guinea Ecuatorial -como lo está siendo para Camerún-, ha ido encaminado a la eficiencia de las explotaciones agrarias, permitiendo una gran concentración de superficie cultivada por unidad de explotación, una fuerte mecanización, la aportación de capitales por parte de las diferentes administraciones  a disposición del agricultor y una gran tecnificación de la actividad  agrícola, convirtiendo a estos  trabajadores en auténticos empresarios  agrícolas.

En el terreno productivo, se ha ido a una especialización de cultivos según zonas y modelos de explotación, que ha llevado a una agricultura muy competitiva, superando día a día todos los umbrales productivos. Por el contrario, en Guinea Ecuatorial, la agricultura se encuentra aún en los niveles de subsistencia, no llegando a cubrir el autoconsumo. Con la aparición del petróleo y otras fuentes de riqueza, su situación se ha venido agravando (en 1992 la aportación de la agricultura al PIB era del 36% y actualmente supone sólo el 15 %) por lo que muchas zonas de cultivo han sido invadidas por la selva.

Los llamados "proyectos productivos", llevados a cabo por la cooperación internacional, no han servido para nada. Muchos de ellos se han diseñado en despachos occidentales, sin tener en cuenta las auténticas necesidades de los africanos. En cuanto a su puesta en marcha, estos  se han desarrollado de forma aislada, descoordinados, sin la implicación de los propios interesados y sin encontrar un marco estatal favorable.

Por otra parte, las acciones gubernamentales -sobre todo en nuestro país- han ido encaminadas a favorecer el monocultivo de productos para la exportación, como el cacao o la madera, explotados por empresas extrajeras, en las que la implicación de la población sólo ha supuesto aportar mano de obra no especializada. El Gobierno se ha olvidado completamente de la agricultura, en favor de la actividad petrolera, limitándose  a regalar motocultores a los jefes de poblados, sin ninguna acción seria de mejora real en las condiciones de vida y trabajo de los agricultores guineanos.

La falta de un diseño global, junto a las ansias de enriquecimiento del clan gobernante, está favoreciendo un preocupante neocolonialismo de empresas extranjeras, de procedencia europea y asiática, aliadas en la mayoría de los casos con el poder político, en las que los trabajadores guineanos, si los hay, son utilizados como simples braceros.

Para iniciar un proceso de mejora en la agricultura de Guinea Ecuatorial, en términos parecidos al que se ha producido en Europa, es necesario cambiar todo el planteamiento actual, estableciendo un plan de mejora que tenga en cuenta, en primer lugar, al individuo (el agricultor) y a las comunidades rurales, dotando a éstos de un conjunto de instrumentos como: formación técnica y empresarial, seguridad jurídica, ayudas económicas y sobre todo, apostar por los agricultores guineanos y por la  empresa familiar agraria, como los verdaderos motores del desarrollo .

Es obvio que para poner en marcha este proceso habría que establecer un marco democrático, como el que existía en la mayoría de los países europeos, en el momento de su despegue agrícola.Y ya vemos  con que fuerza se resiste el régimen de Obiang Nguema a dar este paso.

Sólo cabe esperar al establecimiento de un futuro gobierno plenamente democrático , que tendría que acometer, de forma urgente, las siguientes reformas:
- La ordenación del territorio: estableciendo las zonas para la producción agrícola; las zonas forestales, tanto de explotación, como de reservas; así como, las zonas protegidas.
- Una reforma agraria en profundidad, que corrija la utilización indebida de muchas propiedades y devuelva las tierras usurpadas a sus antiguos dueños. El gobierno debe crear una bolsa de terrenos -estatales y de origen desconocido- para ponerlos a disposición de aquellos guineanos dispuestos a convertirse en agricultores.
- Poner en marcha el ambicioso plan diseñado por el Gobierno en el Exilio, denominado DESARROLLO DE LOS PUEBLOS, que llevaría consigo una nueva forma de crecimiento descentralizado y sostenido. Este favorecería la redistribución de los habitantes evitando las grandes concentraciones de población, tan frecuentes en muchos países de África.
- Programas de formación básica y divulgación de nuevas técnicas en la agricultura, así como, la creación de un centro de de investigación nacional para la agricultura.
- Los proyectos de cooperación agrícola, llevados a cabo por ONGs y otras instituciones privadas, deberán tener en cuenta las necesidades reales de las comunidades, contando con la implicación de las mismas en el desarrollo y en los objetivos finales, así como, estar enmarcados dentro de unos cauces establecidos para estos.
- La explotación del bosque ha de concebirse como un cultivo: la selvicultura, una explotación racional que va revegetando aquellas fincas que han sido taladas, para que en el futuro vuelvan a ser aprovechadas.
- Puesta en marcha de una red de agentes de dinamización socio-económica, que trabajarán en la mejora de la vida local de los diferentes grupos de población (profesionales, jóvenes, amas de casa, tercera edad etc)
- Mejora de los cultivos autóctonos: selección de variedades, técnicas de cultivo y poscosecha. Introducción de nuevos cultivos, como la patata y algunas hortalizas.
- Puesta en marcha de explotaciones intensivas de avicultura, para la producción de huevos y carne. Hay que tener en cuenta el importante papel que juega la carne de pollo -debido a sus bajos costes de producción- en la dieta de la mayoría de los países en vías de desarrollo.

El Gobierno en el Exilio lleva mucho tiempo diseñando diferentes programas sobre el desarrollo de la agricultura y del medio rural en general. También venimos poniendo en práctica diferentes ensayos con cultivos susceptibles de introducir en Guinea Ecuatorial, coordinados por el  Vicepresidente Armengol Engonga y por el que les escribe.