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Reconozco que las noticias del golpe de libertad me llenaron de mucho optimismo ya que hacía mucho tiempo que no tenía ni la más mínima noticia de mis seres queridos debido a la censura que estableció el régimen de Obiang en este largo periodo. Cualquier cambio se veía como positivo, aunque tenía mis dudas sobre las verdaderas intenciones del golpista; muy pocas veces los militares dejan el poder una vez lo alcanzan por la fuerza. Las promesas de los golpistas de dejar el poder en manos de los civiles y ellos regresar a los campamentos, no tardaron en desvanecerse.
¿Por qué después de tanto tiempo las cosas siguen igual?
Como en todas las cosas de la vida, aquí se pueden encontrar muchos culpables pero prefiero referirme a dos fundamentalmente: Los propios guineanos y los intereses del enemigo,”amigo”, exterior.
En cuanto a los guineanos, creo que no hemos hecho todo lo posible para cambiar el rumbo del país en estos 35 años. La independencia nos llega en un momento en el que la sociedad guineana se estaba asentando en las estructuras de la modernidad. Un gran número de estudiantes guineanos se estaban formando en el exterior y la independencia llega sin que estos nuevos valores intelectuales y morales hayan encontrado cobijo en la propia Guinea Ecuatorial.
Nos faltan los elementos solidarios de un pueblo que se precia y que quiere trabajar por el bien común, porque no sabemos elegir el nexo común que nos identifique para que todos a una luchemos por él. Tenemos demasiados mini objetivos, mini intereses, nos preocupamos mas por el bien particular que por el general. No hemos sido capaces de identificar al enemigo común y nos peleamos entre nosotros en vanas batallitas mientras generación tras generación vemos como va pasando la vida tan callando….
Del amigo-enemigo exterior, se puede decir que como siempre busca sus intereses, pretende cumplir sus objetivos de mercado y llenar sus arcas con el sufrimiento y el esfuerzo del pueblo que no recibe apenas ninguna compensación. El enemigo exterior con apariencia de amigo, busca el enfrentamiento de los pueblos, busca rodearse de los tontos útiles para conseguir más fácilmente sus objetivos; si para eso tiene que vender armas a las dos facciones, lo hace con total impunidad, sabiendo que el siempre salen ganando. En donde están depositados la mayor parte de los fondos de la jet-set guineana? ¿No os extraña el continuo trajín de los miembros del gobierno y de la oposición de España hacia Guinea Ecuatorial? Estos viajes no son gratuitos, obedecen a un plan establecido de enriquecerse con los productos de nuestro país. Da la sensación de que se reparten nuestra riqueza sin el más mínimo escrúpulo. Encima se hacen pasar por salvadores o cooperantes desinteresados. Existe un plan claro para silenciarnos y hacer callar la boca a los incómodos, a los que protestamos.
En este contexto sitúo la persecución que está sufriendo el Partido del Progreso y su líder en estos últimos días y que solo los ciegos morales no aciertan a discernir. Cuanto más desunidos estemos los guineanos, mejor para nuestros enemigos; a mayor división y fragmentación interna, mas ganancia para los pescadores ladrones de nuestro progreso. Ellos se unen y nosotros nos atacamos, nos comemos entre nosotros mismos porque consideramos que nadie es más que nadie, excepto los de fuera a quienes sí admiramos y obedecemos sin protestar. Cualquier propuesta de entendimiento entre nosotros, es boicoteada, consciente o inconscientemente por nosotros mismos.
El Partido del Progreso nació con la firme vocación de aglutinar los esfuerzos colectivos movilizando a la población guineana para conseguir los nobles objetivos de libertad, bienestar y pertenencia a un país. Igual que el Partido del Progreso, todas las demás organizaciones o Partidos que pongan al ciudadano guineano en el centro de su actividad política, deben ser respetados. Es cierto que es difícil demostrar la legitimidad cuando se está exiliado e ilegalizado en tu país; pero si se merecen un respeto todos los Partidos que están luchando en esta diáspora por sobrevivir y ser consecuentes con sus ideas. La mayor legitimidad de todos los Partidos se conseguirá cuando todos puedan hacer sus congresos en un país libre; mientras tanto, respetemos las estructuras que nos hemos dado y luchemos contra el enemigo común que es la dictadura y los que la consienten tanto de Oriente como de Occidente.
Queda otra solución inteligente, si no estamos de acuerdo, nos vamos y fundamos otro Partido y dejamos en paz a los demás. Esto se llama ponerse al frente y en España hemos tenido varios ejemplos de divisiones y abandonos. Dejemos al Partido del Progreso en paz, esperemos una situación oportuna para realizar un congreso en el país para exponer nuestras ideas; mientras tanto persigamos al enemigo común, este sí que nos hace daño a todos. El enemigo común también es la indiferencia, la apatía, el esperar que otros nos resuelvan los problemas. ¿Estamos comprometidos con Guinea?
Nuestra Guinea necesita de ideas, nuevas o viejas pero, que recaben consensos y que sean aceptados por la mayoría. Todos debemos aportar desde nuestra visión particular de la situación y preguntarnos si de verdad buscamos el bien de todos.
Ante el próximo día 3 de agosto, reclamo consensos entre nosotros, saber ceder, buscar a los demás. Todos los guineanos no queremos ser presidentes de la republica, sin embargo, todos queremos ser ciudadanos libres que vean cumplidos todos sus deseos y anhelos.
Todos juntos y remando a la vez, podremos conseguir que el estado actual de las cosas cambie y nuestra Guinea no se convierta en una monarquía sucesoria. Pero, cuidado, afinemos bien el punto de mira, no confundamos el objetivo.
Gabriel Moto Nsá
Secretario de Organización del Partido del Progreso
