Armengol Engonga Ondo, Vicepresidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial y del Gobierno en el Exilio.
Una inmensa mayoría de los guineanos somos aficionados y seguidores del deporte rey, el fútbol. Otra cosa distinta es la utilización que la dictadura de Obiang quiere hacer de la Copa de África de Fútbol, un evento de carácter internacional cuya celebración está a punto de iniciarse en Malabo y en Bata. Además, por segunda vez en menos de cinco años.
Como simple aficionado a este deporte y como político opositor a la dictadura de Teodoro Obiang, denuncio, de la misma forma que mi partido, la gran irresponsabilidad de los dirigentes políticos de Malabo que han accedido a la celebración de este Campeonato de fútbol, cuando Marruecos ya lo había rechazado, por el peligro de contagio de ébola que puede llevar consigo este gran trasiego de personas venidos algunos de países que están padeciendo la enfermedad.
Las autoridades del régimen dictatorial de nuestro país no han dudado ni un segundo en apuntarse a este evento y exponer así a un contagio masivo por ébola a toda la población, especialmente a los jóvenes, que son la garantía de futuro de Guinea Ecuatorial. El dictador no se ha resistido a la tentación de convertirse por unos días en el centro de la atención de toda África y alimentar aún más su ego, aún a riego de provocar una gran catástrofe a nuestro pueblo.
Próximamente nuestro país, Guinea Ecuatorial, se convertirá en el foco inevitable de atención internacional, por la competición de varias selecciones de fútbol del continente africano, pero también el régimen dictatorial y es posible que muchos puedan conocer muchos casos de la escandalosa corrupción del dictador y su familia, y también la violación sistemática de los derechos humanos que se producen a diario en nuestro país. Además podrán comprobar los constantes incumplimientos de los derechos humanos y de las libertades políticas, así como, las últimas detenciones, encarcelamientos arbitrarios y muertes.
Consecuentemente los países serios y democráticos como EEUU, FRANCIA, REINO UNIDO, ESPAÑA.... así como las instituciones de derechos humanos, ONG's etc. podrán constatar las mentiras de la propaganda oficial, que dista mucho de la dura realidad con la que se tienen que enfrentar los guineanos a diario.
La traca final a este panorama de caos provocado por Teodoro Obiang, su régimen y su clan familiar, es la gran recesión económica debida a la bajada de la producción y de los precios del petróleo, por no haber diversificado la economía nacional en otros sectores económicos y estratégicos del país. Esta situación de inestabilidad y destrozo económico en nuestro país no se soluciona con anuncios, ni con la propaganda del famoso horizontes 2020. Se solucionan simplemente con la apertura democrática, la vuelta en libertad de los exiliados y el inicio de la transición hacia un estado democrático y de derecho, tras la renuncia del dictador, claro.
Una posible penetración de esta pandemia de ébola en Guinea Ecuatorial, podría provocar una crisis sin precedentes, cuyo único responsable sería Obiang Nguema y su régimen. Pero aviso para navegantes, esta situación que el régimen cree controlar, se lo puede llevar definitivamente por delante.
