jueves, 29 de diciembre de 2016

..."Y AL FINAL OBIANG NO SIRVIO SU COPA DE VENENO"....



La reunión en Mongomo de Obiang con su clan, celebrada el pasado 27, se ha convertido ya en un secreto a voces. Sabemos quién estuvieron presentes (que omitimos por razones obvias) y el contenido de la misma. Obiang el  astuto, sibilino y taimado, comienza exponiendo las grandes dificultades por la que atraviesa su gobierno: la presión judicial de Francia -el inminente juicio contra Teodorín-, la situación de repudio internacional que sufre la dictadura, ante la que nada pueden hacer sus lobbys españoles, y la situación interna del país; con un indice de paro  espectacular y su cuestionamiento -odio hacia el dictador-  de la mayoría de la población y también de parte de la gente del PDGE, incluso de alguno de su clan más intimo.


Con este panorama el dictador convoca a su sanedrín, formado por algunos nombres cercanos y los  mas íntimos de Mongomo, reunión a la que declinaron asistir algunos personajes relevantes. Una vez expuesto la situación -extrema- que vive Guinea, va sugiriendo la conveniencia de buscar un sustituto  capaz de enderezar la situación. Conociendo como se las gasta Obiang, nadie se atrevió  a levantar la mano ni siquiera sugerir el nombre de la persona que ellos tienen pensado para sustituirle. Comprobado que nadie se había postulado para sustituirle, el dictador los agasajó con una buena comida y unas copas de vino y de un licor. 

Parece ser que se ha apoderado el terror entre su mas íntimos que conocen bien lo que Obiang es capaz de hacer y recuerdan viejos tiempos cuando Obiang iba eliminando uno a uno, a todo aquel que le podía hacer sombra en su carrera hacia su presidencia perpetua. 

El dictador es muy previsible y se comporta igual que cuando ordenara los asesinatos de casi todos los ministros de Macías,  acusándoles de formar parte de un golpe de estado inexistente, y lo que en realidad quería era acabar con todos los posibles postulantes a la Presidencia, una vez dado el golpe de gracia a su Tío. Hasta el propio Macías le advirtió  que antes de condenar y asesinar había que darle oportunidad al reo de defenderse. Obiang siguió con sus detenciones arbitrarias, con sus torturas y con sus asesinatos, hasta dejar todo el camino despejado. 

Lo cuerpos de los ministros de Macías asesinados aparecieron días mas tarde flotando en las costas de Camerún, concretamente en las playas de la ciudad de Cribi. Al ver que los cadáveres venían en el interior de sacos de cacao rotulados en español, supieron que procedían de Guinea y las autoridades camerunesas llamaron al embajador guineano en Camerún, Primo José Esono, para identificarlos. Al abrir el primer saco apareció el cuerpo -inconfundible por sus rasgos faciales- de su amigo Jesús Alfonso Oyono Alogo, ministro de Obras Púbicas de Macías. También fueros apareciendo los cuerpos sin vida del Reverendo Padre José Esono, Director del Instituto Rey Malabo, y los de otros ministros de Macías, como: Manuel Nse Mba, Buenaventura Ochava Ngomo  Ada y el resto de ministros hasta un total de 15.

Después del golpe de estado de Obiang, 3 de Agosto, empezó a llamar a los hombres fuertes de Macías, preguntando quién habían elegido  como posible Presidente, aunque nadie se postulara, Obiang desató una nueva campaña de torturas y muertes. La mayoría fueron asesinados y otros salieron huyendo del país. Daniel Oyono Oyingono, al que todos apuntaban como el posible postulado a suceder de Macías, vive fuera de Guinea, en diferentes países, huyendo todavía de Obiang. 

Con esta historia de crímenes, es normal que nadie levante la mano para ponerse al  frente de la sucesión, porque ese puesto, hasta que él aguante, lo tiene reservado para su hijo Teodorín, que bien puede ser el que ejecute los asesinatos de sus posibles rivales. La historia se repite.

Este es el verdadero rostro asesino de Obiang. Y eso la sabe muy bien Severo Moto, que aunque algún mal intencionado le recrimine su exilio, entiende que no puede poner un pie en Guinea, porque Obiang sabe muy bien que él es su único rival, capaz de acabar con su dictadura.