martes, 2 de mayo de 2017

CONVERSACIONES CON DON PABLO NDONG ENSEMA NCHAMA, SECRETARIO DE RELACIONES INSTITUCIONALES DEL PARTIDO DEL PROGRESO


J.M.A (El Confidencial de Guinea Ecuatorial)
Es oriundo del famoso poblado de Bisún, regado por las procelosas y ruidosas aguas del río Aséng. Un rio que  moja y fecunda con  la cantilena de sus rápidas aguas y la sinfonía de sus numerosas  cascadas, una larga   retahíla de poblados, hasta regalar, generoso, sus aguas al gigante río Wole.
Del  Distrito de  Sevilla de Niefang, Pablo Ndong EnsemaNchama, esa madera de curtido ébano fang, nacido de las  entrañas Esaguong de los viejos tiempos coloniales, cribado culturalmente al golpe de la “letra con sangre” del eterno y universal Maestro de Enseñanza Primaria, Don Bonifacio Obiang Efong; modelado cristiana y religiosamente al cincel de la Misión de Nkué Efulán, primero; y luego en los seminarios claretianos de Beire y….
Con esta unción cultura humanística adornando su juventud, Don Pablo Ndong Ensema interrumpió su carrera sacerdotal claretiana; y mientras cultivaba su breve vocación periodística, bajo la firma de MONESAGUONG, con llamativos artículos en el periódico “POTO-POTO” de Bata; para luego complementar su trayectoria profesional con la delicada misión de vigilar, cuidar y proteger “politeia” a la ciudadanía. Inmerso de lleno en esa tarea, le llegó la noticia de la creación, en España, del Partido del Progreso.
Asegura, Don Pablo Ndong Ensema, que fue para él el más delicado ejercicio de toma de decisión en su vida, aquel jugar a, siendo  Policía, recibir y poner en marcha la “peligrosa” misión de arropar entre pañales al recién nacido Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial.
Pero vamos a adentrarnos, llevados de su propia mano, en la vida de Don Pablo Ndong Ensema, en su dimensión política,


J.M.A.-  Buenas tardes, Don Pablo Ndong
P.N.E.- Muy buenas tardes
J.M.A.- Nadie mejor que Usted mismo para completar los breves retazos biográficos que hemos pergeñado para diseñar su perfil curricular…
P.N.E.- La presentación que Usted ha hecho de mí, es tan completa, que solo voy a añadir que fui, en mis años mozos, un afamado refitolero (“Boy” de Cocina) de los Claretianos de la  Misión de Nkue Efulán, donde me gané el cariñoso nombre de “Pablito” ¡Ah…! Si me permite, añado el gran honor de ser hermano de un célebre Embajador guineano en la ONU, Don Primo José Esono Miká (q.e.p.d.) Luego, fue Secretario de Relaciones Internacionales del Partido del Progreso; que murió, tras haber sido encarcelado en la cárcel de Black Beach, haber recibido una de las más feroces e inhumanas  torturas,  a manos de los marroquíes ( en presencia de la actual embajadora de Obiang  Nguema en Europa…) En fin… Los detalles de la pequeña-GRAN Historia de Guinea Ecuatorial independiente…
J.M.E.- ¿Cómo se enteró del nacimiento, en España, del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial?
P.N.E.- Desde mi delicada situación de Comisario de Policía (España) de Guinea Ecuatorial, era muy normal que me enterase de algo que, por otra parte, nació con tanto ruido público, en los medios de comunicación españoles que fluían, por entonces, en Guinea Ecuatorial. En virtud de mi posición, tuve  información clara de los planes del Gobierno de masacrar a la delegación que llegaba con el  fundador del recién creado Partido del Progreso si llegaban con armas. (Era una aventura imposible de imaginar que fuera pacífica) Los planes del Gobierno se frustraron al constatar el carácter eminentemente pacífico de aquel primer viaje del 5 de junio de 1988. Conocí, igualmente el informe encargado por el presidente Obiang Nguema a un grupo de periodistas, para que averiguaran la incidencia que tendría la presencia y acción de los partidos  que llegaban del exterior, precedidos por el Partido del Progreso. El informe aconsejaba a Obiang Nguema que tuviera especial cuidado con el Partido del Progreso que llegaba; y sobre todo que evitara la libre circulación y conexión de su líder con el pueblo de Guinea Ecuatorial; “lo que -advertía el informe- dejaría sin militantes al PDGE” Entré en acción para que la población no cayera fácilmente en la tentación de “provocar”, con su  entusiasmo, al Gobierno. Afortunadamente el carácter pacífico del pueblo guineano y la profundidad con la que caló el mensaje y la persona del Presidente del PP, hicieron que aquello no tuviera consecuencias funestas. Permítame, finalmente, poner en gran valor el importantísimo y decisivo papel que, antes de su segundo viaje a Guinea Ecuatorial, el 2 de mayo de 1992, realizó el Partido del Progreso y su líder, Severo Moto Nsa, en importantes países de Europa y en el Parlamento Europeo (dese luego en España) lo que abrió paso al proceso de democratización que se inició en 1992.
J.M.S.- Desde luego, pocos como Usted y  desde el importante y delicado puesto que ocupaba, conocen los entresijos de su país. Toda esta trayectoria y labor de concienciación en Europa, llevado a cabo por el Partido del Progreso no ha surtido su defecto. ¿Por qué?
-P.N.E.- El régimen de Macías Nguema y de Obiang Nguema, nunca ha estado, ni está, ni estará por la normalidad política o democrática. Toda propuesta de solución pacífica es para ellos signo de debilidad. El propio Obiang Nguema, al tomar el poder por las armas, se burla de cambios pacíficos. Este es su lema militar y “revolucionario: “El que quiera el poder, que haga lo que yo hice…” Toda una “valiente” apología de la violencia y el  terror golpista.
J.M.A.- El 5 de Junio de 1988, el Presidente del Partido del Progreso, llegó, por primera vez a Guinea Ecuatorial, desde el exilio en España, para solicitar el reconocimiento o legalización del PP. Cuéntanos cómo fue este hecho: El clima social y político; ¿Le recibieron, y  cómo le recibieron las autoridades? ¿Se vio Usted con él? ¿Qué mensaje le dio a su regreso a España? Nos consta que Usted sufrió alguna consecuencia en su profesión de policía… por ese contacto. Háblenos sobre todo esto…
P.N.E.- El primer viaje de nuestro Presidente a Guinea Ecuatorial, fue muy serio. Tan serio que viajaba acompañado, ni más n menos que por el Secretario General Adjunto de la IDC (Internacional Demócrata de centro) lo que, evidentemente ató las manos y las ganas a la dictadura que se limitó a no recibirlo ni a él ni  los Documentos (Leyes para la Transición”) que traía bajo el brazo. El clima social era muy tenso, con una increíble expectación y muchas ganas de la gente por saludarlo y contactar con él. Unos días antes de que él regresara a España, me despedí de él, para comunicarle que yo había sido destinado -mejor- desterrado a Annobón. Recuerdo que le hice una promesa que luego cumplí en su segundo viaje al país.
J.M.A.- Puede considerarse como un fracaso, aquel primer viaje… Pero, cinco años después, en 1992, el Presidente Severo Moto Nsa volvió a correr el riesgo de regresar a Guinea Ecuatorial, para solicitar, otra vez, la legalización del Partido del Progreso. Nos consta, de fuentes muy fidedignas que Usted recibió una carta en la que el líder del Partido del Progreso le consultaba sobre la actitud y disposición del mundo militar guineano ante la propuesta de una salida institucional pacífica, al régimen dictatorial. Nos consta también que la contestación de esta carta la recibió el Presidente, prácticamente de camino a Guinea Ecuatorial. ¿Puede definirnos, en la medida que Usted pueda, las relaciones entre Don Severo Moto Nsa, Presidente del Partido del Progreso y el mundo militar guineano?
P.N.E.- Recibí, efectivamente, la carta. Había sido oficialmente abierta y leída en la presidencia del régimen y luego me la entregaron, fotocopiada. La carta era tan limpia e inocua que ni siquiera me llamaron la atención; era, como dice Usted el deseo de saber si el mundo militar guineano recibiría de buen grado una transición democrática, sin violencia ni enfados. Contesté la carta; y nuevamente mi contestación cayó en las manos de la Seguridad de Manuel Nguema Mba. Nada más sucedió. Las relaciones del mundo militar guineano con el Presidente del Partido del Progreso, serían absolutamente normales; en cuanto al respeto y consideración mutuas. Todo normal, si no fuera por la intoxicación perversa y permanente que hace Obiang Nguema a los militares diciéndoles que “cuando llegue Severo Moto a Guinea Ecuatorial, matará a todos los  militares. Lo miso hace con el pueblo del Distrito de Mongomo, cuyo voto sabe muy bien Obiang Nguema que espera a Severo Moto en unas elecciones limpias y libres.
J.M.A.- Sinceramente, Don Pablo: ¿Moto Nsa, líder del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial, tiene espíritu de golpista? ¿Es, realmente, un golpista, como lo tiene “bautizado” Obiang Nguema y también el mundo socialista español?
P.N.E.- Los que no le conocen o les molesta su talante y forma de ser, son los que pueden recurrir a estas calificaciones absurdas. Yo soy testigo directo de cómo ha rechazado, casi con enfado, propuestas de violencia, como alternativa al juego político. Al llegar a Guinea, por segunda vez, las multitudes que se sumaban y se afiliaban al Partido del Progreso peguntaban si había venido con “fuerza…); refiriéndose a fuerza militar y de violencia. Recuerdo que le decían: “Si no has venido con fuerza, llévale a este a las elecciones. Ya verás cómo le ganas” Recuerdo aquel día en que el Ministro del Interior de entonces, me confesó, entre satisfecho y defraudado: “Ya teníamos  preparado una respuesta contundente, por si venía con violencia; pero no.” El dictador, no ha tenido más remedio, ante la incapacidad de competir con Don Severo Moto Nsa en unas elecciones y ganarle, que colgarle el incómodo y falso collar de golpista. Lo que más nos ha dolido al Partido del Progreso es que en España, un determinado sector poderoso, haya utilizado el mismo collar para intentar empeñar y ensuciar la limpia trayectoria política de nuestro líder; o interrumpir esta trayectoria con la muerte, como sucedió en Croacia…
J.M.A.- Volvamos al mundo político… En qué momento decide Usted implicarse y  mojarse en la política, a pesar de ser  Comisario de policía? ¿Tuvo que abandonar el ejercicio de la profesión o era compaginable?
P.N.E.- Sentí, desde el primer momento que tuve noticia de la aparición del Partido del Progreso, fundado por Don Severo Moto Nsa, la imperiosa necesidad de estar a su lado. No tanto como protección, en virtud de mi profesión; sino como orientación para su acierto en la sociedad guineana en la que se venía a insertar. La gran acogida y aceptación popular a su figura y proyecto político, tenía que tener y tuvo la reacción de disgusto y enfado del régimen. Estar a su lado, era una obligación para mí. Y digo con emoción: sufrir por ello en Black Beach, fue un gran honor.
J.M.A.- ¿Ya existían partidos políticos en Guinea Ecuatorial, cuando nace en España el Partido del Progreso? ¿Militaba, Usted, o  sentía especial atractivo por alguno de ellos? ¿Cuándo nace, por ejemplo, la CPDS y qué relaciones tuvo Usted con esa formación política?
P.N.E.-Es absolutamente necesario y  digno de reconocer el ingente trabajo realizado por Severo Moto Nsa, nuestro Presidente, en España, Francia, Alemania y el Parlamento Europeo, antes de retornar de nuevo a Guinea Ecuatorial. Ese trabajo, reconozcámoslo, hizo posible el inicio del proceso de democratización que impulsó el multipartidismo. Y nacieron muchos grupos políticos. Casi todos tenían nombres de grupos o movimientos que reflejaban el afán de unidad que todo el mundo quería y exigía el pueblo Guineano: “Unión” “Convención” “Convergencia” “Acción”… Y una especial particularidad: la letra “S” en las siglas. Si todas las “S” de socialista se hubieran unido en una sola formación política, hubiera habido un gran partido. Mi condición de policía no me permitía más dedicación que cuidar a la ciudadanía. CPDS, nació como un embrión de sindicato formado por un grupo de estudiantes de la UNED, marcados con el signo comunista o socialista de sus profesores… Debo confesar mi especial simpatía por ese grupo de jóvenes, que llegué incluso a pensar que podrían ser un gran basamento directivo del Partido del Progreso que estaba por llegar… Pero…
J.M.A.- ¿Puede relatarnos la llegada del Presidente Moto Nsa a Malabo, el 2 de mayo de 1992?
P.N.E.- Indescriptible. Las fotos lo describen mejor que mis palabras. Después de la llegada de Atanasio Ndong Miyone, en los aledaños de la independencia, nunca se había visto tal afluencia tan masiva de gente tanto en el aeropuerto de Malabo como luego en el entorno y patio de la sede del Partido del Progreso. Como policía que era, noté con gran admiración lo pacífica, educada y sobre todo respetuosa de la ley que es el pueblo guineano. El Partido del Progreso mostró ser una formación política muy identificada con el pueblo de Guinea Ecuatorial.
J.M.A.- ¿Cómo, y por qué nació la P.O.C.? ¿Cuál fue la razón de su repentina e inmediata desaparición? ¿Cumplió en algo su misión?
P.N.E.- Como lo he señalado antes, el ansia de UNIDAD de la oposición nacía del propio pueblo guineano. Ese propósito se vio, como he dicho, en la nomenclatura y siglas de los partidos que nacían; y que más que partidos reflejaban y reflejan el afán de cada líder de aglutinar en su entorno al mayor número de gente, con abstracción y poco cuidado de ideologías y marcas. El Partido del Progreso llegaba al escenario con una identidad muy clara y definida: “Democracia cristiana” que, a la fuerza sonó como bella canción política en la mente y corazón del pueblo guineano. La P.O.C. (Plataforma de Oposición Conjunta) nació a impulsos del pueblo guineano. El Partido del Progreso fue una fuerza decisiva a la hora de articular la Plataforma de Oposición Conjunta. No la llegó a liderar. Y sin embargo catapultó a otras formaciones a liderarlo, como fue la CPDS, a pesar de la diferencia ideológica entre la democracia cristiana y el socialismo. Todo iba funcionando a la perfección. La P.O.C. impulsada por la fuerza multitudinaria del Partido del progreso batió al régimen y a su presidente en las elecciones municipales del 17 de septiembre de 1995. En la preparación de las elecciones presidenciales de 1996, y mientras la P.O.C. celebraba reuniones en Malabo para decidir al candidato de la P.O.C. para las presidenciales, recibieron la noticia de que en Madrid, el PSOE estaba vistiendo (en el Corte Inglés) al candidato de la C.P.D.S. para las elecciones presidenciales de Guinea Ecuatorial. En ese mismo instante, la P.O.C. saltó por los aires. Dejó de tener sentido tan decisiva, imprescindible y popularmente obligada institución política. No sé qué hubiera pasado con la P.O.C. y con las elecciones presidenciales de 1996 si en vez de elegirlo y decidirlo en España, el candidato hubiera sido elegido y decidido en las reuniones de Malabo… La P.O.C., finalmente inició una brillante cadena de éxitos con las elecciones municipales; porque todo se decidió en Malabo y en Guinea Ecuatorial. En cuanto la candidatura para las presidenciales se decidió en España, la P.O.C. dejó de tener sentido.
J.M.A.- ¿Cómo fue su decisión de exiliarse y dejar Guinea Ecuatorial?
P.N.E.- Como para todos; muy triste y deplorable. Fue en 1995. El Presidente estaba en arresto domiciliario. De pronto, desapareció de entre nosotros el Secretario General del Partido, Don Agapito Ona. Había sido  secuestrado y trasladado a Bata, encarcelado interrogado y torturado para que declarase contra el Presidente del Partido... Aún Estábamos lamentando y analizando la situación, cuando me llegó la citación, por la misma policía que había traído la del Secretario General. Me despedí del Presidente y me fui del país. El plan de detención masiva de directivos del Partido del Progreso había comenzado. Y el éxodo, triste éxodo se abrió paso.
J.M.A.- Con el Presidente del Partido y gran parte de directivos exiliados; creo que el partido está prohibido o legalizado en Guinea Ecuatorial. ¿Cómo se sostiene esta situación?
P.N.E.- El régimen dictatorial que impera en Guinea Ecuatorial, se ha encargado de poner al Partido del Progreso, desde el primer momento en las alturas de máxima valoración popular, con la persecución que nos hace sufrir. Muy listo y comprometido con la verdad, el pueblo guineano guarda el Partido del Progreso en el corazón, en un vivo adviento político a punto de estallar en un nuevo país…
P.N.E.- ¿Cabe entonces, imaginarse o esperar un  cambio en el país? ¿Una transición? ¿Una rebelión, quizás?
J.M.A.- El régimen dictatorial está desahuciado, y los signos de descomposición son muy claros. El Partido del Progreso es partidario, y si lo venimos diciendo, de una salida institucional que abra paso a un pacto de transición pacífica.
J.M.A.- ¿Qué podría añadir a esta entrevista?
P.N.E.- Simplemente repetir, y con mayor fuerza, al Partido del Progreso y al pueblo guineano expectante, el gran lema que nos legó Don Primo José Esono Miká (q.e.p.d.) nuestro gran Secretario de Relaciones Internacionales: “¡¡¡Retroceder, nunca; abandonar, jamás!!!”.
J.M.A.- Gracias, Don Pablo Ndong Ensema. ¡Mucha suerte!